¿POR QUÉ ES CONVENIENTE QUE PARA UN PROCESO DE DIVORCIO LOS PADRES SE ASESOREN DE UN GRUPO ESPECIALIZADO, Y MÁS AÚN CUANDO HAY HIJOS PEQUEÑOS DE POR MEDIO?
Usualmente en los procesos de divorcio los Abogados se centran únicamente en mediar los acuerdos económicos a favor de su cliente, sin ocuparse de amortiguar el impacto emocional que el proceso ocasiona a los padres y más aún a los niños. Es muy importante tener en consideración que no solo en los divorcios contenciosos se genera un daño emocional, sino que también los divorcios por mutuo consentimiento impactan a la familia y en mayor escala a los pequeños, quienes por lo general sienten culpa por la separación (por más cordial que ésta sea).
Por ello es necesario contar con el apoyo de una firma de Abogados que brinde una asesoría integral, y en la que se reciba todo el apoyo necesario para conseguir un acuerdo económico equitativo y justo, y principalmente para que se evite un daño emocional a los hijos, con la labor conjunta y en su caso asesoría de un psicólogo.
Es muy importante que los padres sepan cuáles son las razones más comunes en los chicos y saber cómo actuar. Es muy común que como padres consideremos que los niños pequeños no perciben los problemas que se originan con el proceso de divorcio; sin embargo, ello es un error, ya que su corta edad no es obstáculo para que se vean afectados por la separación y por todos los cambios y tensiones que hay en su entorno.
Un estudio publicado por la UNICEF señala que las consecuencias pueden ir de moderadas a graves, de transitorias a permanentes, y que dependen de lo siguiente:
1) Del grado del conflicto previo, especialmente que se involucre o no a los hijos.
2) Del ejercicio o no de la coparentalidad (crianza conjunto de los hijos) y
3) De los efectos del deterioro económico y del estilo de vida que por lo general trae aparejado.
El aspecto menos diagnosticado del divorcio es la depresión en los niños. A menudo están tristes, distantes y esquivos aunque les vaya bien en la escuela. Los síntomas incluyen mal humor, enojo y peleas. Habitualmente estos síntomas no son considerados una evidencia de depresión pero generalmente los son. Los chicos cuando se deprimen se vuelven irritables, contestan mal, no escuchan y hasta sobresaltan con exabruptos. Cuando la depresión no se detecta y orienta, estas conductas empeoran dejando perplejos y sin saber que hacer a padres y maestros.
Si desean mayor información, estamos a sus órdenes en nuestro blog, para disipar todas aquellas interrogantes.